sábado, 25 de febrero de 2012

BREVE COMENTARIO DEL LIBRO “HISTORIA DE MARRUECOS”
         D. Abdelaziz Assaud

    En principio quiero elucidar que mi exposición, no pretende elaborar una crítica histórica sobre el contenido de la obra magistral que ha escrito el profesor D. Víctor Morales Lezcano, ya que no he tenido suficiente tiempo como lector, para poner en crítica tal trabajo, aunque el autor mismo confiesa tener varias omisiones y carencias en su trabajo. Pero aquello, no me dispensa de exponer algunas notas criticas posteriormente, no al tenor del libro, sino a la forma como se elaboro.
    Víctor Morales Lezcano es un buen conocedor del tema de Marruecos, un estudioso de las relaciones hispano-magrebíes entre   1830 y 1962, en su primer libro inclinado sustantivamente del lado de la Historia Contemporánea. Había abordado por vez primera en la historiografía española el estudio que resume la trayectoria del colonialismo hispano-francés en Marruecos, entre las décadas de 1898-1927, en su primer libro editado en 1976 por el siglo XXI editores. Sobre la cuestión se ha escrito bastante, con calidades que no siempre han obtenido el beneficio placito del espíritu crítico, salvo unas cuantas excepciones. No obstante, el  profesor V.M.L. se prestó a asumir otro valioso trabajo que estimamos un complemento al anterior, y que aborda el tema del Protectorado español en Marruecos (1912-1956), editado por la U.N.E.D. en 1984. Tal libro, ha sido pensado como un trabajo de síntesis con la intención de analizar el juego de tres fuerzas profundas o instancias diacrónicas _ como pretendía el autor mismo_ la implantación, el interregno, y la posguerra, a lo largo del paréntesis colonial fuertemente marcado por la guerra del Rif y la Guerra Civil española.
    La historia de Marruecos hecha en España, solo cuenta con algunos vestigios bibliográficos  de épocas pasadas, como la obra del clérigo Manuel Pablo Castellanos  que data del ultimo tercio del siglo XIX, denominada “Descripción histórica de Marruecos y breve reseña de sus dinastías” (Santiago de Compostela 1887). O bien enfoca periodos y cuestiones parciales sin que ello se haya traducido en las cinco últimas décadas en un intento de añadir mas dimensiones monumentales a una historia de Marruecos que colme el vacío bibliográfico que advertimos.
         De la época colonial contamos con obras, como “Historia de Marruecos. Apuntes para la historia de la penetración europea, y principalmente de la española en el norte de África”, Madrid, 1915, de Jerónimo Becker. El libro de Antonio Canovas del Castillo “Apuntes para la historia de Marruecos”, Madrid, 1913. Y las obras de Tomas García Figueras “Marruecos”, Tetuán, 1955. “Miscelánea de estudios históricos sobre Marruecos”, en 1949. También hubo varios escritores que han elaborado muchísimos artículos sobre temas específicos, tales como la arqueología marroquí de Miguel Tarradell, o temas de educación y enseñanza en general durante el Protectorado español de Fernando Valderrama. A todo ello, añadimos los estudios concentrados en el siglo XVIII de Mariano Arribas Palau en diversas revistas históricas. Es muy interesante recordar y reconocer aquí la labor que llevo adelante, el también clérigo investigador D. Ramón Lourido Diaz especializado en el siglo XVIII marroquí, y precisamente en el sultanato de Sidi Muhammad ben Abdallah.
        La experiencia marroquí del D. Morales Lezcano está, desde luego, en el origen de su “Historia de Marruecos”. El objetivo de la obra está explicado por el propio autor en su introducción: “Este es un libro que sintetiza la historia de Marruecos...el relato de la evolución en el tiempo de uno de los tres países vecinos próximos de España..Es, además, historia de las relaciones exteriores de Marruecos desde el principio hasta el final, de sus contactos con el magreb, con los limites subsaharianos del Marruecos profundo, con los pueblos y las civilizaciones latinas del Mediterráneo occidental y con el mundo ibérico muy especialmente”.
         El proyecto del autor se sitúa, pues, consciente y explícitamente, en el intelecto de que Marruecos o el “Magreb al-Aksa” apareciera perfilado en cada momento apropiado, respecto a su posición dentro de la ocupación romana, durante el nacimiento del Medievo, y su islamizacion. En cuanto se acercase a los tiempos modernos la narrativa entrase en mayores detalles y extensión, de forma que el conocimiento de Marruecos, en realidad, el conocimiento de un vecino inmediato en cuya cercanía se reconoce una aligación especular, que se define, entre otros, como el “vecino inquietante” o “vecino alejado”. El autor dilucida el ámbito ideal que arraiga en el imaginario de los españoles proporcionado por una “aversión secular” hacia el musulmán o marroquí. Hay que empezar por matizar el pasaje citado en la introducción de le obra, en el que Morales Lezcano afirma que: “El común de los españoles, arrastra una rémora historiográfica en el dominio de las historias nacionales que salta a la vista de cualquiera. Es decir, nos falta haber llevado a buen fin un proceso que venimos llamando de nacionalización de los enfoques historiográficos, atinentes a países, pueblos y naciones de nuestro entorno geohistorico transpirenaico y trasmediterráneo. Mientras sigue pendiente esta deuda, entendimos, por parte nuestra, que era ésa nuestra tarea: redactar una síntesis, una historia de Marruecos”. A más aquello, aclara el autor: “de puro creer que uno no necesita conocerse ni indagar sobre su identidad, buena, normal y canónica, es como nacen el prejuicio y su subproducto, el estereotipo, con la consiguiente deformación de la opinión. Mucho hay que hacer todavía en este campo de juego hispano-marroquí”.
         A través de unos cuantos títulos clásicos y otros recientes, V.M.L. de integra en una nueva tradición historiográfica que responde sobretodo, a un intento sistemático de analizar las relaciones entre Europa, España y el Magreb, a partir del reinado de Sidi Mohammad ben Abd-Allah hasta la mitad del reinado de Hassan II.
        El plan del autor requiere, pues, por su exhaustividad, una explicación complementaria de la que él mismo da, y que se encuentra parcialmente, en la tradición historiográfica a la que la obra de Morales Lezcano pertenece. Sin embargo, ésta no es la única razón que explica la ambiciosa concepción de la obra. Esta consta, de tres partes, la primera de ellos contiene una historia de Marruecos, desde los “siglos oscuros” como pretendía el autor, hasta el final del siglo XVIII. Esta primera parte, como concebimos, aglomera muchos periodos decisivos en el componente histórico del país, no sea que, el autor quiso dejar por negligencia, tal cual, solamente les asigna unas 136 paginas. La segunda parte abarca el siglo XIX, y orienta toda la importancia hacia la conflictividad que genero el imperialismo colonial, en menos de 70 paginas. Solo la tercera parte del libro acumula el conjunto esencial de la narración, con 200 páginas, puesto que, se trata de la época más intima al autor, sobretodo, su vinculación a través de sus fecundos estudios mencionados anteriormente.
        El resultado práctico de este trabajo elucida la existencia de un desequilibrio (a) no lógico, en las partes mencionadas, si nosotros consideremos la importancia académica de la obra. Tal vez, el autor, nos prescinde de esta fatiga mientras revele el aspecto docente que procura, y la coexistencia deseable entre ambos pueblos vecinos: “Esta historia de Marruecos pretende ser... una guía para españoles adultos y profesores de historia a lo largo y ancho del país. Si hubiese algún profesor o lector marroquí que se sumara a ese club de lectores, tanto mejor.(mi considero uno de ellos) La recepción de la obra en Marruecos, por critica que sea, no hará sino bien a nuestras relaciones históricas de vecindad, pues coexistimos a pesar de nuestras fronteras, de nuestras percepciones entrecruzadas y nuestras interpretaciones historiográficas”.
     Y por ultimo, presentar estas observaciones no significa, ni mucho menos, disminuir el gran esfuerzo que ha rendido el historiador mismo, en el pasado, y lo rendí en el presente, o lo rendirá en el porvenir, en el interés de los dos vecinos pueblos, vinculados por una historia compartida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario