Mohammad Ibn Azzuz Hakim, que así se llama nuestro honorable
historiador y celebre hispanista, pertenece a una familia oriunda del Ándalus
vecina del pueblo Caríatiz en la provincia de Almería, cuyo topónimo es
derivado del apodo de esta familia conocida como Aulad el Iss (hijos de la
gloria). En
1483 la familia emigra del Ándalus y se
establece en la región del Rif al norte de Marruecos en la tribu de Baquiua,
luego en el año 1502 después de que las tropas españolas ocupan el Peñon de
Velez, la familia se traslada a la región de Gomara donde se resida en el
pueblo de Tegassa hasta el año 1760 cuando una rama de la misma decide
trasladarse a Tetuán. En Gomara la familia era conocida por el nombre de Ibn
Azzuz cuyo apodo se conserva hasta ahora.
Nació en Tetuán en 1924, a sus cinco años se traslado a Chauen con sus
padres, y allí consigue entrar en la escuela española Ramon y Cajal, y fue el
primer marroquí que recibe una enseñanza española en dicha ciudad. Después de
terminar los cursos primarios se estableció en la casa de su abuelo materno en
Tetuán beneficiándose de una beca para ingresarse en la Academia la
General.
En el año 1941viaja a Granada para
terminar el bachillerato, luego vuelve a Tetuán para ejercer una función en el
cuerpo de la administración pública del Protectorado. No obstante, consigue
continuar el estudio por correspondencia en Granada y Madrid hasta obtener la
licenciatura en filosofía y letras en la Universidad Central de Madrid en 1946.
En el año 1948 obtiene una beca de investigación para llevar a cabo una tesis
doctoral bajo el título de “Las relaciones marroco-españolas a través de la
historia”, allí encuentra una favorable coyuntura para compilar una enorme
cantidad de documentos marroquíes existentes en España, Portugal, Francia,
Bélgica, Holanda, Italia, Inglaterra y Vaticano, aunque fotografiar toda
aquella materia le resulto muy costoso. Tal fue su labor personal desde 1948,
el merito de ello era por haber sugerido al delegado de educación y cultura del
Protectorado otorgarle aquella beca asignada a investigar los documentos referentes
a las relaciones de los ambos países hallados en los archivos de Madrid y otras
ciudades españolas , cosa que despertó su atención fue el abundante hallazgo de
documentos marroquíes en el A.H.N., Archivo Alcalá de Henares, Biblioteca
Nacional de Madrid, y también, el Archivo del Reino de Aragón en Barcelona,
Archivo de la Academia de Historia, Ministerio de Asuntos Exteriores y la
Dirección de Marruecos y Colonias en Madrid. De todo aquello obtuvo una
numerosa cantidad de documentos a pesar de que su obtención costaba un
agobiante presupuesto porque no existía entonces la fotocopia. Luego se
traslada al ministerio francés de exteriores en París para investigar el
archivo de allende los mares en Nantes, donde logra obtener unos documentos
secretos que en la actualidad son imposible examinar como decía, y encontró en
algunos archivadores que llego a descubrir un importante vacio. Años después
Ibn Azzuz acompañaba al líder nacionalista marroquí Abdeljalak Torres en un
viaje a Madrid (1954) con el propósito de reconocer tres archivos secretos:
Archivo del Ministerio de Exteriores, Archivo de la Dirección de Marruecos y
Colonias, y Archivo Histórico Nacional, de donde pudo sacar fotografías de los
documentos que hubo encontrado relacionados con las zonas y presidios
marroquíes ocupados. El líder Torres fue quien se había encargado de los gastos
de fotocopias. Después del regreso a Marruecos se dedico a elaborar tres
estudios: el primero concernía la zona del Rio de Oro y Saquia al Hamra, el
segundo la región de Sidi Ifni, y el tercero se refería a los enclaves de Ceuta
y Melilla en el Norte.
El historiador Ibn Azzuz Hakim, comenzó la
escritura en cuanto se hizo joven
adulto, entonces edito su primer libro
en castellano el año 1942, titulado Rihla por Andalucía. Así comenzaba su viaje o periplo que repaso la historia de
Marruecos; antiguo y moderno, del norte al sur, así como, a través de las
relaciones ibero-marroquíes de un modo general. Es un viaje bendito en el
tiempo de la investigación, documentación, compilación y edición en el ámbito
de la historia, al que concedió un
verdadero amor y consagro su vida. Es la historia misma, o más bien, una
enciclopedia histórica abundante en materia y beneficio que consta de
trescientas diez obras publicadas aproximadamente, que testifican y reconocen
su gran esfuerzo y desvelo, sus grandes sacrificios en el campo de la
investigación, indagación y documentación, a costa de sus posibilidades
mentales, físicas y materiales.
El historiador Ibn Azzuz Hakim destaca
con su firmeza y continuidad en la investigación. Consagro sus esfuerzos para
enriquecer el patrimonio documental, descolló en aclarar unos aspectos ambiguos
de la historia de las relaciones ibero-marroquíes, obro en sacudir el polvo de
algunos “archivos desconocidos”. Por
ejemplo, si volvemos a la historia de las relaciones hispano-marroquíes, es
preciso anotar una observación fundamental, es que todos los datos
concernientes a tales relaciones, han sido descuidados por la historiografía
marroquí que estimaba la historia oficial, es solamente quien merecía la
inscripción, al tiempo que, la historia local quedo, absolutamente marginada.
También, quedaron los documentos y sus datos retenidos en los archivos
europeos, a pesar de que gran parte de la historia de relaciones
hispano-marroquíes existente en la historia local, y por mucho que, el valor y
la importancia de esta historia, sigue siendo la única fuente para arraigar y
consolidar los derechos marroquíes de soberanía sobre todo el territorio
nacional. Nadie puede negar su esfuerzo en la confirmación de la soberanía del
Estado Marroquí sobre lo arrebatado de sus tierras, ni descuidar el peculiar
papel que tuvo en la preparación del expediente (dossier) histórico y jurídico
de la soberanía marroquí sobre los territorios saharianos, participando en la
misma delegación marroquí que siguió de cerca la cuestión en el Tribunal de La
Haya. Y quizás sea la clave que nos facilita el conocimiento de
uno de los aspectos de su personalidad nacionalista, que lucha por el derecho
de Marruecos basándose en el documento.
Considera que el problema de la unidad
territorial aun está planteado, y es resultado de no haberle tratado en el
momento adecuado, con los medios convenientes y circunstancias oportunas. Y al
contrario de muchos quienes dejaron sus calamos, apenas accedieron a cargos
administrativos, nuestro historiador, partiendo de su perspicaz conciencia de
que existe un vacío en la historiografía, consideraba que asumir
responsabilidades no es sino un estimulo mas para dedicarse a la
historiografía, de tal modo que los cargos que asumía, le aumentaron la
posibilidad de obtener el conocimiento del archivo hispano-lusitano. También,
admite que sin fundarse sobre los documentos coloniales franceses, españoles y
lusitanos en especial, quedaría dificilísimo reescribir la historia de las
relaciones marroquíes con aquellos estados.
Sobre el Protectorado español en el norte de
Marruecos, Ibn Azzuz Hakim tiene una particular y peculiar posición, y una
visión más realista, afirma que el dicho Protectorado era en general
menos perjudicial y peligroso para Marruecos que el Protectorado francés, la
comparación entre ambos lo aclara, tanto si a nivel material utilitario como si
a nivel socio-cultural; por lo que respecta al primero, el opina que no hay
comparación ninguna entre lo que realizo el Protectorado francés en el sur
marroquí, y lo que desempeño el español en el Norte, prueba de ello era que las
rentas del presupuesto general de la zona francesa superaba el presupuesto de
los gastos, mientras que el presupuesto general del gobierno jalifiano, sus
ingresos no representaban sino el tercio del presupuesto de gastos. En lo que
se refiere al aspecto socio-cultural, lo que realizo el Protectorado francés en
beneficio de los marroquíes en el Sur no equivaliese más que un decimo de lo
que hubo echo España en el Norte, y cita a este propósito varios ejemplos.
Tampoco escatimo esfuerzos en defensa de los
derechos de los musulmanes andalusíes expulsados de sus tierras y desposeídos
de sus bienes en España, en sazón del Edicto de Expulsión, dictado por los
Reyes Católicos el 14 de febrero de 1502. Dirigió una carta abierta al rey de
España J.C.I pidiéndole que anuncie la revocación de todos los edictos de
expulsión; como el reconocimiento publico de los viejos errores y el agravio
hecho a los musulmanes andalusíes, del mismo modo que fue el gallardo gesto
llevado a cabo hacia los judíos sefardíes anteriormente por el mismo rey.
Ibn Azzuz Hakim es considerado también,
historiador indubitable del movimiento nacionalista en el norte de Marruecos.
Asumió el fardo de la responsabilidad de reescribir la historia de
tal movimiento, acreditando una enorme reserva de documentos que acopio de las
fuentes del movimiento. En consideración de su empeño como historiógrafo del
mencionado movimiento, vino su preocupación de plasmar las circunstancias de la
formación del Partido de la Reforma Nacional
e informar de su proceso político, supuesto que, este era el cuadro ideológico
e orientador del principiante movimiento desde su constitución en el año 1936.
Para completar el método que seguía en la
historiografía del movimiento nacionalista, y de sus pioneros y líderes,
nuestro historiador, se entrego con todo al estudio, análisis y publicación del
conjunto de documentos procedentes de fuentes variadas, como el archivo del
Padre del Movimiento Nacionalista Abdessalam Bennuna, que encierra cincuenta mil documentos todos
ellos en árabe. Así como el archivo de la Fundación Abdeljalak
Torres, que cuenta con mas de trescientos mil documentos marroquíes y ciento
cincuenta mil españoles de la época del Protectorado, mas cinco mil documentos
anteriores al año 1912, que procedían de los archivos de Dar al Niaba en Tánger
que regento el abuelo de Torres. Pero sin duda alguna, el que tiene la mayor importancia entre todos los archivos existentes,
es el archivo de Ibn Azzuz Hakim, porque se trata de un archivo que rebasa los
ocho millones de documentos según él. Parte de esta materia ha sido manifestada
en sus varias publicaciones presentadas mayoritariamente en el “Catalogo de las
obras del historiador Ibn Azzuz Hakim (1942-1997)”, editado en Tetuán en
1997. El archivo del historiador contiene documentos
que tratan temas específicos y diversos como:
_ Historia diplomática de Marruecos. Lo
componen las relaciones diplomáticas de
Marruecos; las embajadas, los
embajadores, los tratados
internacionales entre Marruecos y países europeos.
_ Historia general de Marruecos. Trata de
Marruecos en general y de la zona norte en particular, así como de las ciudades
de Tetuán, Chauen, Alcazarquivir, Larache, Tánger, Ceuta y Melilla.
_ Dahires de los sultanes. Corresponden a la
época almorávide, almohade, merini, wattasi, Saadi y alaui.
_ Historia de la expansión portuguesa y
española en Marruecos; engloba el periodo comprendido entre el año 1415 y 1578.
_ El movimiento nacionalista marroquí. La
mayoría de los documentos referidos a
este movimiento son originales, y constituyen la fuente más importante de
documentos relacionados con la historia de dicho movimiento desde el año 1930
hasta 1956. No cabe duda, que la reconstrucción de la historia del movimiento
nacionalista en general, y la del norte, en particular, no seria posible si no
se dispusiese de dichos documentos y de los de la Fundación Abdeljalak
Torres. Por si fuera poco, adquirió documentos secretos tanto de la época del
Protectorado como después.
Nuestro historiador saco provecho de aquel
tesoro y aquella enorme cantidad de documentos para realizar cuantiosos
estudios, elaborando tantos libros,
revistas y periódicos interesados por los temas mencionados anteriormente.
Asimismo, publico libros sobre personalidades del movimiento nacionalista en el
Norte; el armado y el político.
Tampoco desestimo en sus escrituras de
prensa el insistir sobre el estado de deterioración que amenazaba la situación
social de los habitantes de las provincias del Norte, insistiendo sobre la
necesidad de inserirles, con prontitud, en el tejido nacional, políticamente,
económicamente, socialmente y culturalmente. Y, cuando la constitución marroquí
asentó el régimen regional en el Reino, fue entusiasmado por la aplicación de
una política descentralizada, en su calidad, como la solución mas perfecta para
la comprobación del progreso.
Todo esto forma el proceso científico y
luchador de esta personalidad, en su extenso sentido, lo cual se revela en
diversas obras suyas, como autor, escritor y disertante convirtiéndose así en
embajador de
Marruecos, e imponiéndose a costa de este país y de sus conciudadanos, el cual
hubo tenido la obligación de honrarle e agasajarle de un modo merecedor, en
consideración de su posición y sus esfuerzos, así S.M. el rey Mohamed VI le
hubo condecorado últimamente por su labor histórica.
Pr. Abdelaziz Assaud
Granada, 27 de octubre 2010.
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