domingo, 26 de febrero de 2012

Personalidad y obra de Mohammad Ibn Azzuz Hakim


        Mohammad Ibn Azzuz  Hakim, que así se llama nuestro honorable historiador y celebre hispanista, pertenece a una familia oriunda del Ándalus vecina del pueblo Caríatiz en la provincia de Almería, cuyo topónimo es derivado del apodo de esta familia conocida como Aulad el Iss (hijos de la gloria). En 1483 la familia  emigra del Ándalus y se establece en la región del Rif al norte de Marruecos en la tribu de Baquiua, luego en el año 1502 después de que las tropas españolas ocupan el Peñon de Velez, la familia se traslada a la región de Gomara donde se resida en el pueblo de Tegassa hasta el año 1760 cuando una rama de la misma decide trasladarse a Tetuán. En Gomara la familia era conocida por el nombre de Ibn Azzuz cuyo apodo se conserva hasta ahora.
       Nació en Tetuán en 1924,  a sus cinco años se traslado a Chauen con sus padres, y allí consigue entrar en la escuela española Ramon y Cajal, y fue el primer marroquí que recibe una enseñanza española en dicha ciudad. Después de terminar los cursos primarios se estableció en la casa de su abuelo materno en Tetuán beneficiándose de una beca para ingresarse en la Academia la General. 
       En el año 1941viaja a Granada para terminar el bachillerato, luego vuelve a Tetuán para ejercer una función en el cuerpo de la administración pública del Protectorado. No obstante, consigue continuar el estudio por correspondencia en Granada y Madrid hasta obtener la licenciatura en filosofía y letras en la Universidad Central de Madrid en 1946. En el año 1948 obtiene una beca de investigación para llevar a cabo una tesis doctoral bajo el título de “Las relaciones marroco-españolas a través de la historia”, allí encuentra una favorable coyuntura para compilar una enorme cantidad de documentos marroquíes existentes en España, Portugal, Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Inglaterra y Vaticano, aunque fotografiar toda aquella materia le resulto muy costoso. Tal fue su labor personal desde 1948, el merito de ello era por haber sugerido al delegado de educación y cultura del Protectorado otorgarle aquella beca asignada a investigar los documentos referentes a las relaciones de los ambos países hallados en los archivos de Madrid y otras ciudades españolas , cosa que despertó su atención fue el abundante hallazgo de documentos marroquíes en el A.H.N., Archivo Alcalá de Henares, Biblioteca Nacional de Madrid, y también, el Archivo del Reino de Aragón en Barcelona, Archivo de la Academia de Historia, Ministerio de Asuntos Exteriores y la Dirección de Marruecos y Colonias en Madrid. De todo aquello obtuvo una numerosa cantidad de documentos a pesar de que su obtención costaba un agobiante presupuesto porque no existía entonces la fotocopia. Luego se traslada al ministerio francés de exteriores en París para investigar el archivo de allende los mares en Nantes, donde logra obtener unos documentos secretos que en la actualidad son imposible examinar como decía, y encontró en algunos archivadores que llego a descubrir un importante vacio. Años después Ibn Azzuz acompañaba al líder nacionalista marroquí Abdeljalak Torres en un viaje a Madrid (1954) con el propósito de reconocer tres archivos secretos: Archivo del Ministerio de Exteriores, Archivo de la Dirección de Marruecos y Colonias, y Archivo Histórico Nacional, de donde pudo sacar fotografías de los documentos que hubo encontrado relacionados con las zonas y presidios marroquíes ocupados. El líder Torres fue quien se había encargado de los gastos de fotocopias. Después del regreso a Marruecos se dedico a elaborar tres estudios: el primero concernía la zona del Rio de Oro y Saquia al Hamra, el segundo la región de Sidi Ifni, y el tercero se refería a los enclaves de Ceuta y Melilla  en el Norte.               
       El  historiador Ibn Azzuz Hakim, comenzó la escritura en  cuanto se hizo joven adulto,  entonces edito su primer libro en castellano el año 1942, titulado Rihla por Andalucía. Así comenzaba su  viaje o periplo que repaso la historia de Marruecos; antiguo y moderno, del norte al sur, así como, a través de las relaciones ibero-marroquíes de un modo general. Es un viaje bendito en el tiempo de la investigación, documentación, compilación y edición en el ámbito de la historia, al  que concedió un verdadero amor y consagro su vida. Es la historia misma, o más bien, una enciclopedia histórica abundante en materia y beneficio que consta de trescientas diez obras publicadas aproximadamente, que testifican y reconocen su gran esfuerzo y desvelo, sus grandes sacrificios en el campo de la investigación, indagación y documentación, a costa de sus posibilidades mentales, físicas y materiales.
      El historiador Ibn Azzuz Hakim destaca con su firmeza y continuidad en la investigación. Consagro sus esfuerzos para enriquecer el patrimonio documental, descolló en aclarar unos aspectos ambiguos de la historia de las relaciones ibero-marroquíes, obro en sacudir el polvo de algunos “archivos  desconocidos”. Por ejemplo, si volvemos a la historia de las relaciones hispano-marroquíes, es preciso anotar una observación fundamental, es que todos los datos concernientes a tales relaciones, han sido descuidados por la historiografía marroquí que estimaba la historia oficial, es solamente quien merecía la inscripción, al tiempo que, la historia local quedo, absolutamente marginada. También, quedaron los documentos y sus datos retenidos en los archivos europeos, a pesar de que gran parte de la historia de relaciones hispano-marroquíes existente en la historia local, y por mucho que, el valor y la importancia de esta historia, sigue siendo la única fuente para arraigar y consolidar los derechos marroquíes de soberanía sobre todo el territorio nacional. Nadie puede negar su esfuerzo en la confirmación de la soberanía del Estado Marroquí sobre lo arrebatado de sus tierras, ni descuidar el peculiar papel que tuvo en la preparación del expediente (dossier) histórico y jurídico de la soberanía marroquí sobre los territorios saharianos, participando en la misma delegación marroquí que siguió de cerca la cuestión en el Tribunal de La Haya.  Y quizás sea  la clave que nos facilita el conocimiento de uno de los aspectos de su personalidad nacionalista, que lucha por el derecho de Marruecos basándose en el documento.
    Considera que el problema de la unidad territorial aun está planteado, y es resultado de no haberle tratado en el momento adecuado, con los medios convenientes y circunstancias oportunas. Y al contrario de muchos quienes dejaron sus calamos, apenas accedieron a cargos administrativos, nuestro historiador, partiendo de su perspicaz conciencia de que existe un vacío en la historiografía, consideraba que asumir responsabilidades no es sino un estimulo mas para dedicarse a la historiografía, de tal modo que los cargos que asumía, le aumentaron la posibilidad de obtener el conocimiento del archivo hispano-lusitano. También, admite que sin fundarse sobre los documentos coloniales franceses, españoles y lusitanos en especial, quedaría dificilísimo reescribir la historia de las relaciones marroquíes con aquellos estados.
   Sobre el Protectorado español en el norte de Marruecos, Ibn Azzuz Hakim tiene una particular y peculiar posición, y una visión más realista, afirma que el dicho Protectorado era en general menos perjudicial y peligroso para Marruecos que el Protectorado francés, la comparación entre ambos lo aclara, tanto si a nivel material utilitario como si a nivel socio-cultural; por lo que respecta al primero, el opina que no hay comparación ninguna entre lo que realizo el Protectorado francés en el sur marroquí, y lo que desempeño el español en el Norte, prueba de ello era que las rentas del presupuesto general de la zona francesa superaba el presupuesto de los gastos, mientras que el presupuesto general del gobierno jalifiano, sus ingresos no representaban sino el tercio del presupuesto de gastos. En lo que se refiere al aspecto socio-cultural, lo que realizo el Protectorado francés en beneficio de los marroquíes en el Sur no equivaliese más que un decimo de lo que hubo echo España en el Norte, y cita a este propósito varios ejemplos.
   Tampoco escatimo esfuerzos en defensa de los derechos de los musulmanes andalusíes expulsados de sus tierras y desposeídos de sus bienes en España, en sazón del Edicto de Expulsión, dictado por los Reyes Católicos el 14 de febrero de 1502. Dirigió una carta abierta al rey de España J.C.I pidiéndole que anuncie la revocación de todos los edictos de expulsión; como el reconocimiento publico de los viejos errores y el agravio hecho a los musulmanes andalusíes, del mismo modo que fue el gallardo gesto llevado a cabo hacia los judíos sefardíes  anteriormente por el mismo rey.
    Ibn Azzuz Hakim es considerado también, historiador indubitable del movimiento nacionalista en el norte de Marruecos. Asumió el fardo  de la   responsabilidad de reescribir la historia de tal movimiento, acreditando una enorme reserva de documentos que acopio de las fuentes del movimiento. En consideración de su empeño como historiógrafo del mencionado movimiento, vino su preocupación de plasmar las circunstancias de la formación del Partido de la Reforma Nacional e informar de su proceso político, supuesto que, este era el cuadro ideológico e orientador del principiante movimiento desde su constitución en el año 1936.
    Para completar el método que seguía en la historiografía del movimiento nacionalista, y de sus pioneros y líderes, nuestro historiador, se entrego con todo al estudio, análisis y publicación del conjunto de documentos procedentes de fuentes variadas, como el archivo del Padre del Movimiento Nacionalista Abdessalam Bennuna,  que encierra cincuenta mil documentos todos ellos en árabe. Así como el archivo de la Fundación Abdeljalak Torres, que cuenta con mas de trescientos mil documentos marroquíes y ciento cincuenta mil españoles de la época del Protectorado, mas cinco mil documentos anteriores al año 1912, que procedían de los archivos de Dar al Niaba en Tánger que regento el abuelo de Torres. Pero sin duda alguna, el que tiene la mayor  importancia entre todos los archivos existentes, es el archivo de Ibn Azzuz Hakim, porque se trata de un archivo que rebasa los ocho millones de documentos según él. Parte de esta materia ha sido manifestada en sus varias publicaciones presentadas mayoritariamente en el “Catalogo de las obras del historiador Ibn Azzuz Hakim (1942-1997)”, editado en Tetuán en 1997.   El archivo del historiador contiene documentos que tratan temas específicos y diversos como:
 _ Historia diplomática de Marruecos. Lo componen  las relaciones diplomáticas de Marruecos; las embajadas,  los embajadores,  los tratados internacionales entre Marruecos y países europeos.
 _ Historia general de Marruecos. Trata de Marruecos en general y de la zona norte en particular, así como de las ciudades de Tetuán, Chauen, Alcazarquivir, Larache, Tánger, Ceuta y Melilla.
 _ Dahires de los sultanes. Corresponden a la época almorávide, almohade, merini, wattasi, Saadi y alaui.
 _ Historia de la expansión portuguesa y española en Marruecos; engloba el periodo comprendido entre el año 1415 y 1578.
 _ El movimiento nacionalista marroquí. La mayoría de los  documentos referidos a este movimiento son originales, y constituyen la fuente más importante de documentos relacionados con la historia de dicho movimiento desde el año 1930 hasta 1956. No cabe duda, que la reconstrucción de la historia del movimiento nacionalista en general, y la del norte, en particular, no seria posible si no se dispusiese de dichos documentos y de los de la Fundación Abdeljalak Torres. Por si fuera poco, adquirió documentos secretos tanto de la época del Protectorado como después.
  Nuestro historiador saco provecho de aquel tesoro y aquella enorme cantidad de documentos para realizar cuantiosos estudios,  elaborando tantos libros, revistas y periódicos interesados por los temas mencionados anteriormente. Asimismo, publico libros sobre personalidades del movimiento nacionalista en el Norte; el armado y el político.
   Tampoco desestimo en sus escrituras de prensa el insistir sobre el estado de deterioración que amenazaba la situación social de los habitantes de las provincias del Norte, insistiendo sobre la necesidad de inserirles, con prontitud, en el tejido nacional, políticamente, económicamente, socialmente y culturalmente. Y, cuando la constitución marroquí asentó el régimen regional en el Reino, fue entusiasmado por la aplicación de una política descentralizada, en su calidad, como la solución mas perfecta para la comprobación del progreso.
   Todo esto forma el proceso científico y luchador de esta personalidad, en su extenso sentido, lo cual se revela en diversas obras suyas, como autor, escritor y disertante convirtiéndose así en embajador     de Marruecos, e imponiéndose a costa de este país y de sus conciudadanos, el cual hubo tenido la obligación de honrarle e agasajarle de un modo merecedor, en consideración de su posición y sus esfuerzos, así S.M. el rey Mohamed VI le hubo condecorado últimamente por su labor histórica.  
                                                         
                                                                                                              Pr. Abdelaziz Assaud
                                                                                                 Granada, 27 de octubre 2010.                   

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